Ni los radicales ni los liberales.

Esa era una frase de un profesor cuando le preguntábamos en clase de historia sobre quien tenía la razón en un conflicto, una guerra, etc.
Para mi, es la posición sobre los pediatras, psicólogos y demás personas que pretenden decirnos a las madres cómo criar a nuestros hijos. Cierto que a Estivill o cómo se escriba ni de loca le haría caso, pero tampoco me siento del todo radical sobre la crianza con apego y no creo practicarla como sí fuera un sistema o una receta. Hace unos días alguien me decía: sí sos pro lactancia por qué le das comida a la Nenita? Otros me han dicho que si le doy a la bebé comida completa (BLW) no tengo que hacer colados y así... Pero es que yo decidí que la dueña de mi maternidad soy yo, con mis aciertos y mis errores.
Yo porteo a mi bebé pero tiene sus carritos d viaje, doy teta a demanda pero tengo tres tiempos de comida para mi Nenita con comidas que yo decido, no con ideas de otros. Ya los consejos que no voy a aplicar los oigo con mi sonrisa más falsa y sutilmente los ignoro.
Dele hierro a la bebé que ya le toca (la dra, sin hacerle exámenes ni nada). Saque a la bebé de la cama (ni que usted durmiera conmigo) tanto brazo le hace malo (que raro, con lo feliz que yo la veo), dele teta hasta los tres años (y si no nos sentimos cómodas las dos) y tantos mandatos que nos bombardean de un lado y otro a veces nos rellenan la cabeza y nos dejan exhaustas porque no sabemos a donde coger.
Así que yo hoy lo decidi, tomar lo bueno, leer menos libros (lo siento por bésame mucho, un regalo... Los empecé pero no creo tener tiempo para ellos) y pasar más tiempo con ella, tirarme al suelo, comer con las manos, dormir juntas si así lo desea o separadas cuando necesitemos espacio, desterrar de la casa los preceptos ajenos y atender al médico en caso de enfermedad, total, la nena ha sobrevivido conmigo.
Por eso me gusta la blogosfera, porque siempre alguien puede aconsejar por experiencia, por lo que sirvió en su caso, sin que sea una dra puede criar hijos felices, con días buenos y otros no tanto. Me encanta ver que no soy la única que se estresa, equivoca o experimenta, me gusta cuando la madres simplemente nos déjamos ser. Es que prefiero lo vivencial que lo teórico, y en este examen de ser madre me saltaré la teoría para vivir la parte experimental