sábado, 15 de febrero de 2014

Un papá muy mamá

Papá en camino y yo entramos a trabajar el mismo día, el trabaja de noche y yo de día y parte de la noche con un par de horas entre jornada para ver a nenita. Así que mientras yo salgo a dar clases papá en camino se ha vuelto una mamá: despierta a nenita, la baña, juegan, desayunan y almuerzan sin mi.
Al principio pensé que sería difícil dejar mi comodidad y sobre todo a mi bebé, pero estoy sorprendida de lo bien que se adaptó ella. Tengo que confesar que dudaba un poco de papá en camino, pero ha resultado ser un papá muy mamá: la nena no ha sentido el cambio tan abrupto, juegan por horas, la disciplina con tanto o más amor que yo y sabe cuando ceder.
Ambos están más unidos que nunca y aunque la casa camina un poco de cabeza parece ser que un papá puede ser una buena mamá aún con sus limitaciones. Si bien país no es capaz de peinar con dos coletas a la nena si es competente para darle una dieta variada, aunque a veces le haga combinaciones particulares de ropa