Crisis de mamá: tan bien pero tan mal

Les he dicho que antes de mi embarazo estaba más bien sobre mi peso. No me gustaba ir a comprar ropa porque los espejos me daban la imagen en versión elefante, así que vivía acomplejada. Con el diagnóstico de resistencia a la insulina, el embarazo, etc mis hábitos alimenticios cambiaron y pase de 65-63 kg a unos 60, sí bien no son tantos, sí me han dado mejor imagen. Esto me ha ayudado a sentirme mejor, másguapa y me sienta mejor la ropa, hasta me premié con unos shorts de moda.

Pero... Estoy quedando calva!!y es que tenía poco cabello, muy fino además y tal parece que la lactancia se lo quiere llevar todo. Y me parece estar frente al dr guapísimo diciéndole súper orgullosa, no, no se me cae el pelo. Fue decirlo miércoles y caerse el jueves todo. Sí lo cepillo es una tortura, sí lo lavo me quedo asustada recogiendo mechones gigantes y la única forma de usarlo es amarrado para no dejar la alfombra detrás mío. Y la gente lo nota y comenta cosas como yo se de un remedio casero, y sí usas x cosa, y mejor te lo cortas... Ya he dicho que el próximo que me diga que se me ve el coco, lo mato!!!
Así que decidí ir a cortarlo pero sorpresa, otra de las cosas con las que no contaba es la falta de tiempo propio, para mi sola. Hoy no será el día porque hay que terminar de lavar aunque descompusiera la lavadora. Hay que planchar, dar teta, cocinar, servir, lavar platos y tener la casa un mínimo ordenada, no vaya a ser que el mantel siga acumulando días en la mesa...
Nunca he estado mejor y tan mal al mismo tiempo!! Tengo una hija que es mi vida pero ser madre me consume la vida. Me veo al espejo t quiero salir corriendo, y ni decir de tomarme fotos, pero me he prometido hacerlo para atesorar estos tiempos que no regresan... Es que hoy es un día de aquellos!!