lunes, 16 de septiembre de 2013

El farol de nenita

Con la llegada de setiembre a mi me sale el patriotismo y lo complicada a partes iguales, así que paso cómo cinco días pegada a la mesa haciendo manualidades para el desfile de faroles. Este año pensé en un farol de paneles transparentes decorado con flores y un estilo simple.
Primero debía hacer el molde, al que nenita decidió aportar tantas líneas que hubo que repetirlo. Cómo el desfile era sábado y siempre llevo cara de loca, hice el farol desde el miércoles. Error! La goma en frío que usé se despegaba sola el día del evento. De hecho, mientras llegaba la antorcha yo estaba pegando papel de celofán en el farol para deleite de la tía sumisa que no paraba de decir que ella hubiera preferido comprar uno.
Con mil remiendos llegamos a la hora del desfile, pero ¡Oh, sorpresa! Mientras cantábamos el himno nacional a nenita se le iluminó y empezó a dar manotazos al farol cual piñata cumpleañera para sacar la luz que la cochina goma no logró pegar. Y claro, cuando empezó el desfile el farol era una piltrafa!
Primero se le salieron los paneles, después la desarmó y finalmente vio cómo podía patearla. Sí, destruyó todo el trabajo, no desfiló pero puede decir que gozó hasta el cansancio. Así nos fuimos, con el trozo que quedaba de cartulina, una hija que gritaba emocionada cada vez que le despedazaba una parte al farol y las miradas de la gente que no podía entender por qué todos nos reíamos.
El próximo año mejor lo hago con un galón de plástico a ver cómo nos va.

2 comentarios:

  1. Jajaja. Pues mira, si tu esfuerzo valió para que nenita pasara un rato agradable bien vale la pena... No se consuela el que no quiere. Jajaja. Besotes!!!

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  2. Jajajajajajaja a las madres nos toca reirnos de situaciones asi, porque no nos faltaran!! Si se divirtio, pues el propósito del farol queda justificado, asi puedes decir que te quedo "curte" precisamente para que nenita pudiera destrozarlo a su gusto!!

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