Mi papá, abueloencamino, me leyó el manifiesto comunista a los cinco años. Tía Pe y yo cantábamos «el pueblo unido, jamás será vencido» con él. Hemos sido combativos los cuatro, abuelo, tío josé, tía Pe y yo. Hemos estado en manifestaciones, en bloqueos, repartiendo volantes, vendiendo pines...pero ayer viví una experiencia nueva, ayer me manifesté con mi madre y mi hija por los derechos de las mujeres.
Estamos luchando por una licencia de maternidad que al menos cubra los seis meses mínimos de lactancia que pide la OMS. Actualmente, a los tres meses las mujeres trabajadoras tenemos que dejar a nuestros hijos e hijas al cuidado de otras personas para reincorporamos al trabajo. Algunas afortunadas pueden unir muchas vacaciones y darse uno o dos meses más, otras negocian el teletrabajo( sobre todo las que trabajan en un call center) y muchas tienen que dejar de trabajar ante la imposibilidad de dejar a su bebé porque no tienen quien se los cuide, no logran superar la separación de su bebé o son despedidas nada más regresar al trabajo.
Yo tengo una especie de contrato temporal, aunque nuestra economía actual es una desgracia, trabajo seis meses y descanso seis sin salario. Los meses sin trabajo me han permitido disfrutar hasta el cansancio a nenita, pero a sus tres meses tuve que dejarla en cada al cuidado de mi madre (que sería de mi sin abuela en camino) .
Con tres meses, todavía dependiente de mí, yo tenía que andar mi extractor de leche y bombear en un aula, de espaldas al vidrio y con el temor de ser vista. Sacrificaba mi cena por tener 15 minutos de bombeo, no vaya a ser que no tenga leche para mañana, o que se me inflamen los senos. Yo me sacrificaba por su alimento, pero ella sacrificaba mi cercanía, el consuelo que fa la teta y el olor a mamá.
Con tres meses mi hija me esperaba hasta las diez de la noche despierta para verme, darme una sonrisa y dormir aferrada a su teta.
Y cada tarde al dar las cuatro y media subía al bus con el alma en un hilo pensando que lo hago por ella, llorando los primeros días, llamando para saber como estaba. Es que mi hija y yo aún dependíamos una de la otra!
Ayer mientras marchábamos pidiendo la ampliación de la licencia recordaba a mi tía, que fue obligada por mi abuela a renunciar a su licencia para que no perdiera el trabajo, recordé a otra que regresó a trabajar y la despidieron en la misma puerta del trabajo, recordé que no me tomaron en ese trabajo donde iba a ganar muy bien porque es más sencillo contratar gente sin familia por los permisos y licencias de lactancia.
Y comprendo que estaba ahí con mi pasado y con el futuro, las cuatro luchando por que ser mujer siempre es cuesta arriba, porque nos ponen todo complicado y somos víctimas de la discriminación y del patriarcado machista. Y comprendí que aunque tal vez yo no llegue a gozar estos seis meses de licencia no le deseo a mi hija lo que yo he vivido al tener que dejarla para cumplir mi sueño y proveer en casa, y se que mi mamá estaba ahí porque también le dolió verme salir a trabajar hecha un manojo de nervios y regresar con tanta ansiedad a reunirme con mi pequeña, mi bebé.
Y seguiremos en la lucha porque ser padres es un derecho que la sociedad nos está cobrando, el mercado nos invita de manera violenta a abdicar a la familia y convertirnos en máquinas de dinero y consumo. Al fin y como dijo aquel que no me contrató: puedo tener un currículo brillante, una exitosa carrera pero siempre va a estar mi familia en medio (según el negativo, pero para mí, una prioridad)
Mamá en camino, aprendiendo del arte de la maternidad a través de la única fuente creíble... la experiencia
sábado, 19 de enero de 2013
Siempre estamos en la lucha.
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Uff, me has tocado la fibra sensible. A menos de dos meses para la llegada de mi bebé llevo ya tiempo preocupada por el tema del permiso de maternidad. En España es también bastante corta, sólo 16 semanas, aunque uniéndolas a las vacaciones y juntando las horas de lactancia se puede alargar. Me da mucha pena pensar en tener que dejar a mi bebé tan pequeñito para volver al trabajo. Además tengo una jornada partida, salgo de casa alas 8 de la mañana, paro para comer, y no regreso hasta las 7 de la tarde. Algo tendré que hacer. Estoy pensando en pedir unos 3 meses más, aunque estar sin sueldo será muy duro porque ya vamos muy justos. Me alegra muchísimo vuestra lucha y espero que algún día todo el mundo vea la gran importancia de dedicar tiempo a los niños y a la familia.
ResponderEliminarGracias guapa! Pues yo pensé que en españa se podía tomar una excedencia o tomar medio turno por ley, desgraciadamente acá son 120 días y no más, suerte sí te dejan vacaciones porque muchos patrones no te las dan...la vía de la madre trabajadora no es simple, por eso estamos en la lucha
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