Y tal cómo se anunció, el sábado a medio día hicimos una mamatón en un mall al norte de la capital cómo protesta ante la discriminación hacía las mujeres lactantes.
Yo llegué casi 15 minutos tarde cortesía de mi hija que me dio una noche de perros. Llevaba cien prendedores d tetas hechos en fieltro y pensaba, fijo ahora nadie se los pone, al rato llegamos pocas.
Cuando empecé a caminar hacía la zona d e encuentro me dí cuenta de una cosa, no conocía a nadie!y me dio pena, me sentía metida y me dio un poco de pena llegar a repartir mis teticas. Pero todo cambió cuando llegué: mujeres que desvirtualizaba y, hablábamos cómo grandes amigas, ver tanta y tanta gente apoyando, bebés felices con sus tetas, varones apoyando a sus mujeres y ese ambiente de camaradería que una siente cuando hay compromiso.
Durante más d e una hora estuvimos ahí, dando teta, contando nuestras experiencias como madres, cómo padres.
Conocí abuelas, tíos, hermanos, hermanas que dan soporte a la lactancia, vi mujeres sin bebés, mujeres con hijos grandes y, hasta abuelas que nos apoyaron sin ser ellas las afectadas.
La mamatón fue una protesta pacífica, pero también un encuentro, una brecha abierta en un país donde los espacios aún no se han explorado y que nos dejó la inquietud ¿Y después d e esto? Y va cayendo en terreno fértil.
Entré pensando que no conocía a nadie y salí con una tribu. Ese es el poder de una madre, unir a todas.
Mamá en camino, aprendiendo del arte de la maternidad a través de la única fuente creíble... la experiencia
lunes, 14 de enero de 2013
Mamatón: haciendo tribu.
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Me alegro de que fuese un éxito. Espero que sirva para concienciar a mucha gente de que dar el pecho no es una inmoralidad sino un acto de amor precioso. Enhorabuena a las participantes.
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