viernes, 31 de mayo de 2013

De dulces y premios

Hoy tenía que llevar a nenita a dos de las actividades que todo niño odia: laboratorios de sangre y corte de cabello.
En ambos casos, y aunque lloró al mejor estilo de las plañideras chinas terminaron dándole un par de dulces. Un barrilete chicloso y una chupa chups de sandía. Además el dr me dio a mí cómo premio un dulce de goma. Yo, que no puedo comer dulces educadamente lo tomo y lo meto al bolso. los dulces de nenita se los guardo para «después de almorzar» que en realidad es para nunca, porque nenita apenas tiene 12 meses y yo no acostumbro darle dulces.
Y no es que jamás vaya a darle un dulce, ahora con su fiesta le dimos gelatinas, un trocito de chocolate, galletas con marsmrllows, marsmellows grandes y ayer hasta le dimos una probadita de leche condensada. Pero no acostumbramos a darle nada de color rojo, menos una paleta que pueda tragarse...y la gente se los da cómo premio y sin consultar.
Y entonces me pongo a pensar sí yo soy la histérica por esto o de verdad no está bien premiar con dulces más allá del concepto de premio y castigos. Es que creemos que los niños deben comer chucherias para que sean felices, para calmar el llanto y para agradarles. Pienso y pienso y no encuentro la lógica. Claro que son baratos, claro que son ricos, ¿Pero sabe la gente lo dañinos que son?.
Yo a veces imagino que los dentistas al retirarse compran acciones en las fábricas de confites con el dinero que los enriqueció...el de las calzas, tratamientos de caries y demás de los niños llenos de azúcar en sus dientes.
Yo soy resistente a la insulina y el abuelo de nenita es diabético, así que en casa extremamos los cuidados desde ahora, pero es tan difícil cuando la gente regala a diestra y siniestra dulces. Por ahora puedo despistar a nenia, pero cuando ya comprenda lo que pasa? Me espera un camino largo.
Y cuando recogí el resultado de la glucosa pensé...y sí salió alto, debo regresar el dulce o lo dejo en ka conciencia del médico?

1 comentario:

  1. Nosotros de momento no le damos tampoco dulce, pero no es la primera vez que le ofrecen una chocolatina, galletas, o mojan su chupete en azúcar. Nosotros hasta ahora con 8 meses no le hemos dado ningún chocolate ni nada similar, ni creo que sea necesario, si hay una festividad, si comemos el padre y yo algún día, o lo que sea se las daré, pero que formen parte del día a día no, y menos que se usen como premio. Quiero que mi hijo tenga la relación sana que yo no tengo con la comida, y eso empieza por considerar los dulces como algo agradable que sucede de vez en cuando, sin que sea por una cosa especial y menos como un premio. Interesante post :)

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