Bebé-consumismo

Me acaba de llegar una invitación al correo para una de esas ferias de bebés en las que se maximiza el mercadeo y nos hace creer que los bebés necesitan de todo sino ser van a morir. Desde fórmulas mágicas para que el bebé sea genio (ay nenia que será de ti sin tu carga de dha) hasta monitores sofisticados que dan la cantidad de latidos por minuto del bebé, pasando por mil trastos que nunca vamos a usar realmente.
Yo sufrí un bebé consumo moderado, obvio enloquecía por la ropa en tonos rosas, los implementemos básicos...y los trastos inútiles que ahora no tienen uso.
Así que voy a hablar de las cosas inútiles que venden, muchas yo no las compré por sentido común (el menos común de los sentidos)

El intercomunicador o monitor de bebé: fue el primer regalo que le hicieron a nenita y nunca lo hemos usado. En un apartamento de dos cuartos y 65 m2 es inútil, además mi oído materno es más refinado que cualquier aparato y puedo oír un quejido de mi bebé a distancias olímpicas. Y ni hablar de los monitores con vídeo, o los que son para medir la respiración cuando duermen, yo con estirar la mano dos centímetros se si tiene temperatura alta, si esta mojada, puedo oler si hay caca...yo soy mi propio monitor!!!

El cambiador o tina: mi cuñada me lo ofreció y con la misma le dije que no invirtiera en algo inútil. Nenita uso la tina corriente de bebé tres meses (y nos la prestó la Nena) y al agua con los papás. Usamos la tina dentro del baño y nos bananos los tres felices, no ocupamos más campo que una porción de la ducha y los pañales los cambiamos sentados en la cama, donde no hay peligro de caerse.

Biberones: yo antes de nacer nenita:papá que la nena va a necesitar chupones anti cólico, anti derrames, de boca ancha, con forma de teta, con masajeador de encías...cuatro tipos de chupón después vimos que
A. Nenita sólo quiere tomar teta.
B. Los tales peristálticos a nenita le parecieron horribles y usó por apenas un mes el biberón más simple y barato del mundo. Adiós plata, bienvenida lactancia exitosa.
Además, tengo un par de tetas que todo lo solucionan y el biberón no es competencia. Tengo siete biberones, uno incluso sin abrir de su empaque original.

Calentador de toallas húmedas: de verdad existe? Me pareció oírme en el puerperio pensando: para que calentarla si yo puedo frotarla con la mano, esa fue la señal que aún no estaba tan loca.  Y se de muchas que se sienten muy finas por tener uno de estos trastos que después quieren venderle a todas las posibles amigas, conocidas o apenas escuchadas mencionar que están embarazadas y les dicen que es tan necesario y útil...si así es, por que lo venden?

El diaper gennie o basurero para pañal. Yo termino el cambio de pañal, levanto «campamento» y todo a la bolsa del baño. No tardo ni un minuto, ahorro un dineral y al final del día tengo mi habitación limpia, el basurero sale, se limpia con bicarbonato y queda listo.

Mecedora de lactancia: yo aprendí a dar teta sentada, la posición más ilógica si se viene de una cesárea, pero a mi me funcionó mucho. Me sentaba en el sillón o la cama con la dona de lactancia qué gané en una página web y podía ya caerse el mundo qué eramos felices ambas. Pero esta posición me sirvió apenas dos meses y nenita se interesó más en lactar acostada, lo qué me ahorró horas de despertar, sentarme, etc. después bastaba sacar la teta y seguíamos dormidas. Si tuviera una d esas mecedoras re caras, posiblemente recordaría todo el dinero gastado mientras nenita mama acostada sobre su barriga cómo un cachorrito y estaría llena de ropa, cosas, etc.

Encierro o corral: hasta el nombre es feo...encierro, sin libertad, sin creatividad. Corral, cómo un animal, amaestrado. No, mi nenita anda feliz en su vida sin rejas ni barreras para vivir su infancia. Si hemos tenido qué hacer su espacio de juego y poner una reja o cerrar puertas, pero con supervisión nuestra nenita puede explorar la casa y no la limitamos al claustro de un cuadrado de tela y plástico qué la confina a un espacio reducido. Qué no, qué una madre claustrofóbica no castigaría así a su retoño.

Y así, el pobre comercio va perdiendo con esta familia, porque no compramos todo, porque pensamos las compras y nos tenemos nosotros como el mejor producto con el qué sobrevive nuestra bebé.