Sobrevivimos a la navidad

Todos los años digo: el 23 ya voy a estar en la casa tranquila, sin carreras, ni compras. Digo y es un no hacerlo!
24 de diciembre, 3:10 p.m: volvernos de hacer las compras de último minuto, las que siempre son complicadas, sin tiempo de nada y del regalo más raro que se me ocurre el día antes a las horas muertas de la noche. Tenemos en diez minutos visitas, la casa al fin está nivel limpio-viene la suegra y tiro las compras por ahí. Visita-café-regalos...son las siete y nenita no ha hecho su siesta, mal augurio.
A las ocho termino de vestir a medias a la prole y al marido, corremos hacía casa de la abuela en camino y nenita se duerme en el taxi (tenemos ya un mes sin carro y ya no lo resisto). Llegamos con la nena dormida, con frío en las piernas por no encontrar las mallas de lana, un caos! Y bueno, en casa de abuela en camino estaban las infames mallas, pero nenita, que venía dormida se ha despertado con un genio...que por dicha se le pasa a los diez minutos y pareciera más bien que le han instalado una batería de carro, o no, cómo su le hubiesen puesto un generador en el culito.
Familia- saludos- cena que nenita se rehúsa a comer- tragos con los primos...y algún idiota dice: y sí les damos los regalos a los niños? Y yo maldigo por lo bajo porque pensé en dárselos hasta la mañana del 25 pero ya la no prima está con sus regalos y mis tías y abuela le han repartido a nenita y por más argumentos termino abriendo con nenita los suyos mientras me capeo a no prima que está necia queriendo abrir los de nenita...y el bruto del papá de no prima le da los regalos "de santa" frente a nenita y entonces todos creen que así debería de ser y yo termino oyendo disimuladas mofas de mi "modernes" de abrir los regalos el 25 y ya ni me importa sí les parece o no que a mi eso me huele a " quien tiene el regalo más caro" y pues yo no estoy interesada en el juego. Pasadas las doce todos huyen en estampida y dejan de nuevo a abuela en camino con el desastre de la casa, yo termino enojada porque no prima alzó a nenita y la botó en el patio lastimandole un brazo y dejándola toda sucia y raspada y me salió de mala leche decirle a la mamá: no ves que no prima me botó a la chiquita que es más pequeña? Y nenita terminó la noche buena toda sucia y adolorida mientras yo seguía mascullando que esa chiquita no tiene límites para ser necia y que esos papás y abuelos no le ponen un alto y se cagaron en mi espíritu de merricrismas.
Llegamos a casa y acosté a nenita para empezar a envolver los regalos de la casa, me cargué el de mi mamá, hice los moños con los top bows (querida Alter: son los apliques que van sobre los lazos) que conseguí a última hora y unos borrachos peleaban afuera sin dejarnos dormir. 3:00 a.m
25 de diciembre: reunión en mi casa. 9:00a.m levantados para nuestro tiempo de regalos, el tradicional vídeo de nenita abriendo su regalo mientras a papá en camino le tiembla el pulso y como la beba está dormida sigue sin enterarse de que pasa realmente. Encantada con sus libros y juguetes, vuelta loca con el papel de regalo.
Al desayuno llegaron mis cuñadas (tienen esa hermosa tendencia de llegar sin invitación y cuando les nace) y se fueron con mi hija y su padre a un evento cercano a casa que yo presumía duraría una hora, pero no, desconsiderados los tres adultos llegaron cuando los abuelos ya tenían más de una hora de haber llegado y yo sin poder encender la parrillada.
Parrillada-cuñada que no disimula que mi hermana le cae pesada- toros que odio y mi marido ama ver (acá no les hacen daño ni los matarían nunca, pero me parece muy desagradable y arcaico)- café- y todos pa su casa!

Que aprendí? A no dejar las compras de última hora, que los bebés deben hacer siesta en las fechas especiales con mucha razón y que mi familia me toca los huevos pero así los aguanta una!