Desde que nenita tenía tres meses empezaron los comentarios: hay que ir "amazisando " las piernas poniéndola de pie. Que no se quede tanto alzada para que aprenda a caminar. Cómprele una andadera, o un encierro y rápidito se pone de pie. Como a nosotros no nos urgía nada de esto, la hemos dejado ir a su ritmo (que no es lo mismo que no estimular como dicen muchos) y respetamos su desarrollo natural. Así que a sus once meses, Nenita decidió que era tiempo de ponerse de pie y dar sus pasitos.
Aún anda agarrada a todo lo que encuentra, sobre todo a su madre que no tiene ni un segundo para descansar, pero estamos felices de este descubrimiento que vivimos todos juntos. Cierto es que no queda un solo lugar en casa en que podamos poner nuestras cosas sin que sufran, y que pasamos horas detrás de ella y que sufrimos con cada golpe que se da, tenemos que caminar junto a ella y dejarla crecer.
Siento que al respetar su ritmo, todo está siendo más sencillo, Nenita anda por casa descalza siempre, así estimulamos su pie para que no sea plano ni se desvíe al caminar y veo que hace muchas actividades con todo el cuerpo: si necesita arrastrar algo se lo mete entre las rodillas y lo trae mientras gatea, o toca al gato con los pies y ríe por la sensación. Sus piernas ya están bien formadas, así que no hay presión en las rótulas ni se le arquean tanto como a otros bebés más pequeños y avanza cada día sin problemas: intenta sostenerse sola, sin apoyo y se para desde sentada, haciendo el pino en casa. Ya nos ha sorprendido dos veces de pie pero se cae, aun le falta aprender pero no para de intentarlo todo el día.
Así, pasamos ahora a conocer el mundo desde los 70 ytantos centímetros de Nenita...y todo es diferente
Es lo mejor que se puede hacer, respetar los tiempos.
ResponderEliminarMi pediatra es de la teoría de que mientras más gateen, más fortalecen la espalda. Asi que a esperar que ella esté lista :)
Cariños!