Nenita tuvo fiesta el día de su cumpleaños. Inflamos globos, soplamos las velas y rompimos la piñata.
Está mamaencamino hizo realidad sus sueños de vestirla con un tutú y un body a juego. El tutú, perfecto, con el body quemé la aplicación de tela (jajaja) y tuve qué bordar un uno con corazones. Me obsesioné con unas converse llenas de pedrería, pero no entraban en mi presupuesto súper limitado, así qué me di a la tarea de buscar unas baratas...ay! Quince días busque qué te busque y al final compré unas tennis diferentes pero hermosas...y, diez minutos después aparecieron las famosas converses baratas! Claro qué las llené de pedrería, pero en pinterest (sí, qué sigo adicta) no ser las pusieron a una bebé de un año qué gatea, se pone de pie y arrancaba las piedras en menos de una hora.
Comimos pastel con monas de azúcar y rompimos la piñata entre familiares. Es lindo ver que todos se llevan bien por nenita, hubo chistes, historias y muuuchas fotos!
El domingo también hubo fiesta! El punto cómico lo puso la tía pe, que sigue empeñada en que sabe hacer pasteles y dijo que iba a hacer un gusano de cupcakes. Con cero conocimiento, primero quemó los cupcakes, luego les puso chantilly y se derretía...al final eran unos pasteles horribles a los que decidimos no tomar fotografía.
A pesar del cansancio, el agotamiento y todo, celebramos a nenita cómo merecía: como una princesa!
Mamá en camino, aprendiendo del arte de la maternidad a través de la única fuente creíble... la experiencia
jueves, 30 de mayo de 2013
Celebrar, celebrar, celebrar.
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